
El Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) desmintió las versiones que circularon en los medios locales de comunicación sobre desbordes cloacales en la zona de El Trébol, en el oeste neuquino, y aclararon que el agua que se evidencia en la zona proviene de la depresión de las napas que se realiza en el lugar para culminar la obra del Colector Cloacal del Oeste II y no a ningún tipo de efluente domiciliario ni desborde cloacal de una instalación del Ente.
Al respecto, desde la Gerencia de Obras de la empresa provincial detallaron que “en el tramo a gravedad de la obra del Colector Cloacal del Oeste II se debe deprimir la napa freática para ejecutar el zanjeo y posterior instalación de la cañería. Es por ello que, cada 30 metros, se realiza una perforación en inmediaciones de la traza del colector y se instala una electrobomba de profundidad para extraer el agua del subálveo y poder trabajar con zanja seca para colocar el ducto”.
Cabe aclarar que, en la zona El Trébol, donde se trabaja actualmente, el agua de depresión se descarga en una acequia de riego existente que corre de norte a sur y desemboca en el canal Necochea, dependiente del Municipio de Neuquén, que se encuentra tapado y al borde de su capacidad por lo que el agua desborda a las zonas circundantes.
Desde el EPAS agregaron que la depresión de la napa para la excavación en seco es totalmente imprescindible para una obra de tal magnitud como lo es la del colector. Los puntos alternativos de vertido del líquido se encuentran muy distantes del lugar donde se están realizando los trabajos, lo que demandaría la realización de obras complementarias de gran envergadura, cuya viabilidad está siendo analizada por personal del Ente y de la empresa contratista.
El Colector Cloacal del Oeste II, en su tramo a gravedad, constará de 12 mil metros de cañería de PVC y PRFV que oscila entre los 355 y los 1200 milímetros de diámetro y ya posee un 82% de avance. El tramo impulsión, por su parte, tendrá una longitud total de 8.210 metros en cañería de hierro dúctil de 800 milímetros de diámetro. Actualmente se encuentran trabajando en terrenos del Ejército, con 46% de avance.
La obra tiene una inversión de más de 500 millones y finalizará los primeros meses de 2020 beneficiando de forma directa a los barrios del oeste de la ciudad, descomprimiendo las redes que hoy se encuentran al límite de su capacidad.